Hace mucho que no publico una nueva entrada en mi blog de autora. En los últimos años, he estado muy ocupada con la promoción de Cuando llegue el Apocalipsis. También con mi blog literario, La Orilla de las Letras, https://laorilladelasletras.blogspot.com, y la verdad es que no he pensado mucho en qué contaros por aquí.
Sea como sea, tenéis que saber que durante este tiempo no os habéis perdido nada del otro mundo. Me temo que no soy una iluminada con grandes ideas para ofrecer contenido. Llevo muchos años en el mundo de la escritura y, aunque he aprendido infinidad de cosas, no dejo de sorprenderme cada día descubriendo otras nuevas. Me aburre hablar de lo mismo que todo el mundo y prefiero leer a los demás sobre ciertos asuntos que intentar sentar cátedra.
Dicho esto, esta publicación se llama “¿Y si ya estoy cansada de hacer marketing para vender mi libro?” y ya podéis suponer que lo escribo pensando en aquel otro titulado: “He publicado mi libro, ¿ahora qué hago?”.
Os refresco la memoria: hace ya un porrón escribí un artículo hablando de muchas de las acciones (no todas, seguro que se me escaparon unas cuantas) que podemos hacer los escritores para promocionar nuestras obras en vez de quedarnos de brazos cruzados esperando a que milagrosamente estas lleguen a los lectores.
Pues bien, con el transcurso de los días, semanas y meses me he dado cuenta de algo que seguro que vosotros también habréis notado: si te dedicas a hacer de todo por tu libro, ¡al final no te va a quedar tiempo para escribir otro! Por si fuera poco, algunos escritores hemos llegado al puro agotamiento en más de una ocasión, especialmente después de intentarlo e intentarlo sin obtener los objetivos marcados. Podría decirse que nos hemos encontrado con todos los obstáculos posibles: algoritmos desfavorables en redes sociales, presentaciones a las que no han ido los supuestos amigos, ferias del libro con meteorología adversa…
¿Qué podemos hacer en estos casos?
En mi caso, como os decía antes, he invertido mucho tiempo intentando promocionar Cuando llegue el Apocalipsis, mi antología de relatos. El primer año, hice varias presentaciones y acudí a tres ferias del libro, además de dar alguna charla, entrevistas, etc. El segundo año lo he pasado más centrada en redes sociales, especialmente en Threads, un lugar con el que he conseguido conectar con muchos lectores con relativa facilidad. Con respecto a las ferias, solo he acudido a la de mi pueblo, Almuñécar, La Feria Sexitana del Libro, porque me he dado cuenta de algo: no soy una escritora de ferias del libro. Mis libros no llaman la atención del público que van a ellas, por lo general, y carezco de las dotes comerciales propias del cara a cara.
Y ahora es cuando os cuento mi gran descubrimiento: desde mi punto de vista, creo que todos deberíamos intentar hacer todas las acciones posibles al menos una vez en nuestra carrera literaria, ver qué nos va mejor y decidir después cómo seguir. En mi caso, voy a quedarme con las redes sociales, las entrevistas y algún evento al año. Hasta ahora, no me ha importado tanto seguir el ritmo, pero en algún momento tendré que parar y centrarme en mi nueva obra. ¿Seré capaz de renunciar a la venta, en parte de mis anteriores libros? ¿Acaso no merece la pena que se conozcan?
Y tú, compañero de letras, ¿qué piensas hacer?
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